Conforme la sociedad avanza, la tecnología juega un papel cada vez más fundamental en nuestras vidas. Este progreso, además, crece de forma exponencial, de modo que los avances tecnológicos más significativos que antes se prolongaban durante varios siglos, hoy en día quedan obsoletos en cuestión de dos o tres años.
La forma de trabajar de cualquier persona a comienzos del siglo XIX no variaba en absoluto y se desarrollaba de forma similar a la de su padre y su abuelo. Del mismo modo, esa persona podría enseñarle dicha labor próximamente a su hijo. Hoy en día, sin embargo, casi cualquier trabajador se ha de adaptar a las nuevas tecnologías y reaprender su oficio constantemente, ya que está sometido a constantes innovaciones.
Una de estas transformaciones significativas que hemos experimentado en los últimos años, sobre todo a raíz de la COVID-19, fue la implementación del teletrabajo. Una práctica que cada vez es más común y permite a demandantes de empleo trabajar desde cualquier parte del mundo para cualquier parte del mundo. Esto supone un aumento de oportunidades de trabajo a distancia en sectores como el juego, donde se puede conseguir trabajo para una de las mejores casas de apuestas online.
Además de cambiar la percepción del empleo por parte de los trabajadores, los ofertantes de empleo también se han vuelto más flexibles. En general, el panorama profesional ha cambiado mucho en los últimos años y a lo largo de este artículo trataremos de analizar el auge del teletrabajo y su perspectiva hacia el futuro:
Una revolución sin precedentes
Como su propio nombre indica, el teletrabajo, trabajo remoto, o trabajo a distancia, hace referencia al hecho de ejercer cualquier oficio fuera del entorno tradicional de oficina. Prácticamente todos los sectores han visto la posibilidad de verse beneficiados mediante el Internet de alta velocidad, la posibilidad de mantener archivos en la nube e instrumentos como la videollamada o similares.
Gracias a estas herramientas, el trabajo a distancia ha ido ganando terreno y permite que los profesionales desempeñen sus labores desde cualquier sitio, incluyendo su propio hogar, espacios de “co-working” o incluso durante un viaje.
Ventajas del teletrabajo
A rasgos generales, la independencia de una oficina puede beneficiar tanto a empleadores como a empleados. Los trabajadores pueden disfrutar de más flexibilidad y de un entorno de trabajo personal y adecuado a sus necesidades. El tiempo de desplazamiento al trabajo se puede reducir o eliminar por completo y multiplica las opciones del mercado laboral haciendo que se eliminen las barreras geográficas. Esto se traduce en una reserva globalizada de profesionales más y mejor cualificados.
El rendimiento y la eficiencia
Contra todo pronóstico, los estudios han contrastado que los “teletrabajadores” son más productivos debido a la autonomía, a la ausencia de distracciones de la oficina y a la reducción del tiempo de desplazamiento, entre otros factores.
Desde el punto de vista de la empresa, cabe destacar que este tipo de trabajadores también suelen responder con mayor concentración y manifiestan una mayor satisfacción con su trabajo, lo que se traduce en lealtad y compromiso. Además, también se reducen los gastos generales al no tener que depender tanto de una oficina, por ejemplo.
La evolución de la cultura del mercado laboral
Este periodo de transición está consiguiendo que la cultura de la corporación empresarial y las estrategias de lealtad de empleados también se vayan modificando. Actualmente las empresas invierten en creación de equipos virtuales mediante herramientas online, reuniones habituales y el fomento del sentimiento de “conexión”.
El mercado laboral se ha modificado, las modalidades de empleo son más flexibles y hay más oportunidades que antes. El modelo de trabajo híbrido e incluso de libre configuración donde los empleados dividen qué días acuden a la oficina y cuáles no es bastante habitual.
Los desafíos para el futuro del trabajo a distancia
Por supuesto, no hay que ignorar que, al margen de todas estas ventajas, también existen ciertos retos que conviene plantear. Temas como el aislamiento, la autodisciplina o la difuminación entre la vida laboral y personal se asoman como algunos de los principales inconvenientes de esta modalidad de trabajo.
Es responsabilidad de los empresarios la proporción de apoyo proactivo y establecer una relación y una comunicación habitual con sus trabajadores para enfrentar estos desafíos eficazmente.
El teletrabajo nos ha brindado muchas ventajas, ha definido una nueva cultura empresarial que depende en gran medida de las tecnologías avanzadas y se ha convertido en una modalidad recurrente dentro del mundo laboral. Por eso, tanto empleadores como empleados deben adaptarse y saber sacar provecho de las oportunidades que representa y afrontar los retos venideros para prosperar en un mundo cada vez más digital y globalizado.